domingo, 6 de diciembre de 2009

Hablemos de .....Orientación Vocacional

Vocación proviene del latín y significa “llamado”, que nos daría la idea de un destino preestablecido que hay que descubrir, de un llamado desde afuera al que hay que obedecer. Término que confunde y trastoca su verdadero sentido, ya que la vocación no es algo dado, innato, que hay que develar sino es algo a hacer, a crear, la vocación se va construyendo a través de la historia de la persona. A menudo se incurre en la suposición que el psicólogo es el debe dictaminar cual es la carrera a seguir, cuando contrariamente es el mismo adolescente que puede y necesita implicarse y comprometerse en “el proceso de orientación vocacional” y es el psicólogo quien lo acompaña, lo guía, lo ayuda y lo contiene. El adolescente no busca solo el nombre de una carrera sino busca algo que tiene que ver con la realización personal, su felicidad, su lugar en el mundo, está preocupado por lo que puede llegar a ser.
Cuando el joven pide que le hagan “el test”, está dotando a este instrumento con poderes mágicos capaz de resolver el problema de elegir su propio futuro. Y el futuro le pertenece, el adolescente tiene posibilidad de elección, de decisión sobre algo que le es tan propio e íntimo y que ningún tercero tiene derecho a expropiar.
Para un adolescente definir el futuro no es sólo definir que elegir sino fundamentalmente definir quien ser y al mismo tiempo quien no ser. Es decir para saber qué quiere hacer primero debe conocer quien se es y dónde se desea llegar. Por eso la orientación vocacional es un proceso, un recorrido, un camino a transitar en el que el joven reflexiona sobre su problemática y busca alternativas que le permita conocerse, conocer la realidad y tomar decisiones reflexivas y de mayor autonomía. Es propiciar el espacio para que el adolescente pueda encontrase consigo mismo, con su historia personal y colectiva, con su particular ubicación familiar, con sus deseos, con sus limitaciones y sus recursos personales y materiales. La orientación vocacional tiene como finalidad que el adolescente pueda elegir y elaborar su propio proyecto de vida y fundamentalmente que pueda sostenerlo a futuro.
La adolescencia es un momento crucial, un momento de crecimiento y crisis en la que se juegan y se definen muchos aspectos importantes. Y se suceden una gran cantidad de cambios: la pérdida de la infancia, el desprendimiento de los padres, el ingreso al mundo adulto para el cual el joven no está preparado, etc. Estos cambios vienen acompañados de angustias, tensiones, miedos y conflictos afectivos que obstaculizan este proceso, que es necesario despejar y resolver para que el adolescente pueda consolidar su propio desarrollo.
Es necesario destacar que la orientación vocacional se demanda en cualquier edad de la vida, pero es en la adolescencia por su particularidad y por la urgencia en tomar una decisión, donde adquiere características más complejas.

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