¿Qué es la adolescencia?. ¿Por qué es tan cuestionada, criticada y hasta a veces repudiada?. Y contradictoriamente :¿Por qué es tan idealizada en esta época que todos quieren ser adolescentes?. ¿Por qué la sociedad y los adultos no se ponen de acuerdo para definirla?. ¿Por qué crea tanta confusión, angustia e incertidumbre tanto en los mismos adolescentes como en los adultos?. No es tarea sencilla responder a estas y otras tantas preguntas que genera este tema, pero podemos exponer algunos puntos que nos ayuden a comenzar a pensarla.
La adolescencia es un período especial en la vida de una persona, es el más revolucionario de todos por los importantes cambios que le ocurren y que la conmocionan : cambios del cuerpo, del espíritu y de los sentimientos. Está marcada por el fin de la infancia, de lo conocido, algo se termina, lo familiar, la protección y el amparo, y aparece lo nuevo, lo excitante, lo extraño. Es por eso que causa alegría y entusiasmo por los caminos que se abren y la vez angustia y temor por todo lo que se deja atrás, por todo lo que se pierde. Adolescencia es el pasaje que separa la infancia de la vida adulta, y se inicia con la pubertad, en la que el cuerpo se transforma paulatinamente, las formas se modifican, comenzando a adquirir la apariencia de hombre o de mujer. Bajo la influencia de las hormonas crecemos por todas partes. Y estos cambios suelen ocasionar susto y asombro, ya que estos son muy rápidos y es difícil adaptarse a ellos. Se va perdiendo el cuerpo de niño, el cuerpo conocido, el de siempre, el que se estaba acostumbrado, que daba seguridad, y esta nueva apariencia a veces es incomoda, y difícil de manejar. Estas modificaciones son tal magnitud y velocidad que el adolescente no tiene tiempo de apropiarse de ellas, de internalizarlas, a medida que suceden. Es como si el adolescente estuviera en un edificio en construcción, donde hay mucho movimiento por todas partes, tanto en el interior como en el exterior, donde no hay un rinconcito tranquilo para descansar, para tomarse su tiempo. Es por esto que se siente torpe e inseguro con su cuerpo, ya que todavía le es extraño, y con todas las sensaciones y emociones novedosas que le acontecen.
El adolescente se está preguntando quien es, como es, como le gustaría ser, que quiere mostrar a los demás, como lo ven los otros. Como no se conoce todavía, busca gustarse en la mirada de los demás, con la ilusión que el otro le devuelva una imagen tranquilizadora de sí mismo. Por eso para el joven es tan importante el aspecto externo, lo que se muestra, lo que se da a conocer, la moda, la ropa, buscando encajar en el molde del ideal social, como un referente de cómo debería ser.
La relación del adolescente con sus padres se modifica, a veces de forma paulatina, a veces de forma brusca y agresiva. En la infancia, los padres tienen la verdad absoluta, se los admira y venera, se los eleva a la categoría de ídolos. Pero el adolescente empieza a tener pensamientos propios y a cuestionar la palabra de sus padres. Algunas veces el joven tiene opiniones diferentes, algunas veces se revela y los rechazan sin saber porqué. Aparece la confrontación y la trasgresión a las normas y límites que vienen de los adultos. Y casi sin darse cuenta de lo que ocurre, comienzan a desprenderse de los padres, separación terriblemente dolorosa pero necesaria para poder crecer. En este lanzarse al camino de la vida, buscando su propia identidad es imprescindible diferenciarse, discriminarse de sus padres, de todo lo familiar, y empezar su búsqueda afuera, en territorio exterior. Como este es un proceso gradual, que no se da de una vez definitivamente, hay idas y venidas, marchas y contramarchas. Es decir, puede aparecer en el joven un impulso al desprendimiento, y otras veces puede aparecer angustia, miedos e incertidumbre. Sintiéndose a veces, tan vulnerable y frágil que quiere volver a ser niño y que todo permanezca igual, que los padres los proteja y lo guíe como antes.
Es tan difícil crecer........pero a la vez es maravilloso poder hacer todas aquellas cosas que antes estaban vedadas, aquellas ilusiones y proyectos que se ansiaban concretar, poder comenzar a construir como se pueda, su propia vida.
domingo, 6 de diciembre de 2009
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Muy bueno el articulo. Ernesto
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